miércoles, 6 de enero de 2016

Una reseña sobre "Las Políticas Educativas" en los últimos sexenios





Desde hace 3 años he tenido la oportunidad de trabajar como docente en una preparatoria lo que me ha llevado a profundizar un poco más en los terrenos de la educación y su importancia en el medio.

Este siguiente ensayo que hoy les comparto fue producto de una actividad encargada en la maestría en la cual su objetivo era el análisis respecto a ¿cuales han sido las políticas educativas en los últimos años?, Por lo que tomé de referencia las ultimas 3 administraciones presidenciales como base.
Con ello, se abordaran algunas posturas que se han tenido sobre la educación partiendo del año 2000 con el  comienzo del gobierno de Vicente Fox Quesada hasta nuestros días. Tomo dichos referentes porque sobre ese tiempo muchos éramos aún alumnos del nivel basico por lo que fuimos parte de tales políticas e ignorábamos sobre su impacto e influencia social de ese momento. Ahora como servidores de la educación visualizamos el panorama desde otra perspectiva siendo participes de estas transformaciones que en los últimos 15 años hemos estado involucrados en diferentes roles.

De manera paulatina se sigue luchando una interminable búsqueda de la calidad en el sector, puesto que se quiere lograr tener un sistema educativo adecuado a las necesidades del momento, sin embargo hay obstáculos que parecieran retrasar dicho objetivo, no obstante también se mencionaran algunas buenas cosas que se han logrado y que persisten en el cambio.

Así que iniciaremos con algunas referencias acontecidas en las administraciones del ya mencionado presidente Vicente Fox (2000-2006) después Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y por último el presidente en turno Enrique Peña Nieto (2012-2018).

El gobierno de Vicente Fox fue un parteaguas para el cambio de este país, todas las esperanzas estaban puestas en este individuo que rompió con los esquemas priistas de aquel tiempo. Se esperaban cambios drásticos y benéficos para todos los mexicanos hartos de 75 años de opresión y poder centralizado, pero más que sorpresas inmediatas fue un lento proceso que quedó en buenas intenciones en la mayoría de sus propuestas por aquel fenómeno  conocido como “la ausencia de poder”. Entrando en materia en el sector educativo planteó los siguientes mecanismos:

En el sexenio de gobierno de Vicente Fox, en materia educativa tuvo como  objetivo de promover la conciencia y el juicio crítico independiente acerca de los problemas educativos vividos en el país. Para lo cual se precisa un enfoque educativo en donde se pretende cubrir una educación:
Equitativa y con buena calidad porque asegurará igualdad de oportunidades de  ingreso, permanencia y logro académico.
Pertinente porque responderá a las necesidades de las personas y a los requerimientos del desarrollo nacional.
Incluyente porque atenderá la diversidad cultural regional, étnica y lingüística del país.
Integralmente formativa porque combinará propósitos científicos y técnicos, con una concepción de humanismo para nuestro tiempo.(1)

Los objetivos anteriores no están muy alejados de los que siempre se han querido alcanzar, pero llama la atención el punto central que es promover la conciencia y el juicio social, ya que una característica de su gobierno fue la libertad de expresión en los medios, ¿Por qué no en la educación también? Y así es como la educación tradicional empieza a tener señas de ser obsoleta. Por otro lado, la atención de la diversidad cultural es también fuente de mayor prioridad porque estaba madurando la manera de activarse al mundo globalizado y con el uso de las tecnologías, hacía más necesario el aprendizaje de un segundo idioma de manera estricta.

Todo lo anterior tiene sentido, pero sobre los ingresos a las instituciones fueron bastante escasos ya que el material didáctico en los niveles básicos estaban limitados (de hecho como experiencia personal, en toda mi estancia de secundaria tuvimos que reciclar libros de grados posteriores para poderlos utilizar). Y los programas escolares fueron muy irregulares porque aún no actualizaban información relevante a las ciencias experimentales o simplemente no se les dio prioridad, digo, era el nuevo milenio y se exigía centralizar la atención en dichos temas, los cuales no estaban fomentados adecuadamente. Sin embargo fueron asuntos que fueron trabajándose paulatinamente hasta llegar a un orden estructural.

El siguiente presidente fue Felipe Calderon Hinojosa que al igual que su antecesor se veía una garantía a la nueva forma de gobierno, este gobernante tuvo un sello bastante criticado por el asunto de la guerra contra el narcotráfico y querer romper de tajo con las maniobras decadentes de todos los sectores sociales que hasta ese momento se mantenían. Este tipo de decisiones trajo consigo una serie de crisis que tanto bien como para mal fueron inconsistentes a lo que se estaba provocando con las millones de víctimas que se cobraron con la declarada guerra.

En el plano educativo lo más distintivo de este sexenio fue querer reformar el Sistema Educativo Mexicano (SEM) a través de programas de evaluación de alumnos, docentes y centros educativos. La idea central (primitiva e ingenua) del gobierno consistió en asociar los resultados de las evaluaciones a consecuencias duras de los evaluados, tales como la exhibición pública de los resultados de las escuelas y el uso de recompensas monetarias por las calificaciones obtenidas.

El interés por la evaluación de la educación del gobierno de Calderón se puede constatar de muchas formas: 1) por el uso intensivo de ENLACE (Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares), tanto en la educación Básica como en la Media Superior, 2) por las participaciones de México en PISA (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes) y TALIS (Encuesta Internacional de Enseñanza y Aprendizaje), 3) por los exámenes para ingresar al servicio docente, las reformas a los programas de estímulo de la carrera docente, la evaluación universal y 4) por el fomento a la evaluación y acreditación de programas de educación Superior.

Sin embargo, un pecado que cometió Calderón fue el de la soberbia, que lo llevó a despreciar e ignorar al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). La Secretaría de Educación Pública (SEP) creyó que podría ser juez y parte, que podría proceder endogámicamente y, al mismo tiempo, lograr que sus evaluaciones tuvieran la aceptación de profesores, así como la confianza de académicos, padres de familia y medios de comunicación.(2)

En cuanto a los logros, ajenos a la evaluación, el secretario de Educación, José Ángel Córdoba, ha señalado los siguientes: 1) se transformó el proceso de formación continua y profesionalización docente, con el respaldo de Instituciones de Educación Superior, 2) se reincorporaron los libros de Civismo para la Primaria, 3) se alcanzó la cobertura universal en Primaria, en Secundaria se está muy cerca de alcanzarla (97%), en educación Media Superior se espera rebasar el 70% y en educación Superior se logró el 30%, 4) se rehabilitaron miles de escuelas en educación Básica y se reactivaron los Consejos Escolares de Participación Social, 5) se crearon más de mil bachilleratos, se rehabilitaron cerca de 6,000 planteles y se puso en marcha la preparatoria abierta en línea, 6) se crearon más de un centenar de nuevas universidades, incluida la Universidad Abierta y a Distancia; y se ampliaron y mejoraron más de 400 institutos tecnológicos y universidades en toda la República, y 7) se crearon cerca de 8 millones de becas estudiantiles, de todos los niveles educativos.

Por último y recientemente con el presidente en turno Enrique Peña Nieto se reforma la educación en México, me parece que algo que lleva a que se dé este movimiento es obviamente la aprehensión de la Lic. Elba Esther Gordillo que por un largo tiempo estuvo a cargo de la SEP con un sistema bastante viciado además de centralizado, por ello se dieron giros aún más estrictos sobre el asunto de la evaluación a docentes. A continuación se presenta la Ley general de Educación actual:

Ley general de educación

Esta ley confirma que la educación pública es gratuita y señala que la SEP, actualizará y formulará los planes de estudio, además de que se fomentará la participación del personal docente y de los padres de familia. 
Plantea que los maestros contarán con REGLAS CLARAS Y TRANSPARENTES, para promoverlos, reconocerlos y garantizar su permanencia en el servicio docente. También habrá programas para la inducción, CAPACITACIÓN Y ACTUALIZACIÓN PERMANENTE de profesores.
Cabe destacar que además cada escuela pública contará con SERVICIO DE ASESORÍA Y ACOMPAÑAMIENTO. Los maestros de nuevo ingreso también contarán con asesores. Las autoridades federales y locales participarán en la evaluación a los profesores actuales y de nuevo ingreso.
Se reforzarán las ESCUELAS DE TIEMPO COMPLETO con clases de seis a ocho horas y habrá un calendario de 200 días activos al año. Es decir, más tiempo para matemáticas, español, lectura y deportes.
Además, SE PROHIBEN LAS CUOTAS OBLIGATORIAS; que no se pueden condicionar, por ningún motivo, las clases, exámenes, y entrega de documentos; y las cuotas voluntarias no significan contraprestaciones de la educación. (3)

Además de la rigidez de las reglas me parece que ahora se descuida mucho la infraestructura de nuevo, se quiere ampliar la “calidad” instrumentaría mas no la espacial, los ingresos son verdaderamente pobres y eso no ayuda en nada en el ambiente de aprendizaje en los alumnos.

En conclusión, las reformas educativas a lo largo del tiempo se han llenado de estrategias y formas debido a las necesidades que requiere el país, pero jamás se consolidan adecuadamente porque constantemente las cambian con el nuevo gobierno y no asientan una base sólida sobre la educación del alumno. La calidad estoy de acuerdo, debe estar centrada en nosotros como maestro para ser un mejor trabajo y manifestar en nuestros jóvenes el placer del conocimiento, pero también necesitamos que nos den las herramientas adecuadas para ello y no por moda de sus propios beneficios. No se trata de graduar una gran cantidad de alumnos, de tener un rango de perfil mínimo escolar como es el caso de bachiller, se trata de tener ciudadanos capaces de tener un criterio propio, construirlos socialmente como individuos no como un número más. No sirve de nada graduar 800 profesionistas por facultad cada semestre si no hay cabida para ellos en el ámbito laboral a menos que sean influyentes, o educarlos con mentalidad emprendedora para que si no consiguen trabajo puedan crear su “propio negocio” que si bien es una manera elegante de decir un subempleo. Hay que ser consistentes sobre un estilo que prometa mejoras y sostenerla mientras se obtengan resultados favorables como son las oportunidades de bienestar.

CITAS BIBLIOGRAFICAS:
(1) “El Neoliberalismo y sus necesidades educativas. La política educativa del régimen.” (2011)
(2) Backhoff E. Eduardo “La educación en tiempos de Felipe Calderón” (2012)
(3) Reforma Constitucional en materia educativa (2013)